De luz y no de sombra

El monstruo de asfalto / Foto: Nao-mi Chew

El monstruo de asfalto / Foto: Nao-mi Chew

Es un lunes como cualquier otro en la Ciudad de México; son las seis de la mañana y el monstruo de asfalto comienza a rugir. El Metro inicia su función de transportar a millones de sueños pausados por la necesidad de sacar adelante a sus familias, los usuarios se  enfrentan a la lucha diaria por conseguir un asiento o aunque sea un par de centímetros dentro del vagón.

Los ambulantes preparan sus mercancías y afinan sus gargantas para pregonar sus productos, afuera de las estaciones más concurridas, choferes del transporte público preparan el cambio en sus marimbas y hacen un mal intento por abrocharse sus camisas y comenzar su ruta.

Para los que no lograron despertar a tiempo, corren a la esquina de su casa para abordar el primer taxi libre que pase y en el trayecto entablar una conversación que ayude a aliviar el estrés del tránsito pesado.

Los puestos de tamales ya calientan su anafre y se alistan para dar el primer alimento a los miles de mexicanos que salieron de su hogar sin probar bocado.

Mientras todo esto sucede en las calles, las jefas de familia ya avanzaron más de la mitad de su quehacer y han iniciado una lucha frenética contra el tiempo. Mientras preparan los desayunos, sueltan un grito desesperado con el afán de al fin despertar a sus hijos y luego de prepararlos, salir corriendo rumbo a la escuela antes de que el sol haga su aparición y despierte a los que su labor inicia más tarde.

Ese sol es el mismo que atraviesa la ventana de Carlos y logra calentar sus sábanas, al mismo tiempo que el ruido del caos de la capital anuncia que un día más ha comenzado.

Mientras recuerda sus sueños e intenta despertar, Carlos se imagina la inmensidad del sol, el tamaño de los rascacielos y la expresión preocupada de las personas.

Retina destruida / Foto: Nao-mi Chew

Retina destruida / Foto: Nao-mi Chew

En medio de sus pensamientos, escucha la voz de Refugio que amorosamente le indica que es la hora de levantarse; es entonces cuando las imágenes en la mente de Carlos se desvanecen y su visión vuelve a quedar en penumbras; en un negro tan profundo como el de una cueva olvidada.

Carlos Álvarez, hombre de 48 años, es un mexicano como cualquier otro con la única diferencia de haber nacido sin el sentido de la vista.

El concepto de ceguera se refiere a la ausencia total de percepción visual o percibir luz sin lograr definir qué es o de dónde proviene. Los oftalmólogos la comprueban extendiendo su mano frente al paciente y preguntándole cuántos dedos muestra; si no logra responder acertadamente, se clasifica como ciego.

A nivel nacional…

Al año 2010, las personas que tienen algún tipo de discapacidad son 5 millones 739 mil 270, lo que representa 5.1% de la población total.

estadisticas

Refugio, su esposa y fiel compañera, prepara el desayuno mientras espera a que Carlos baje impulsado por el aroma de los alimentos y le ayude a poner la mesa. Él, apoyado por su desarrollado sentido del tacto y ubicación, se levanta de la cama y se dirige al baño sin tropiezos para posteriormente tender su cama y bajar a ingerir el primer alimento del día.

Mientras toman el desayuno, Refugio, como cada mañana, le narra a su esposo el acontecer del día; que doña Sonia está estrenando tinte, que don Julián llegó con mala cara porque al parecer llegó tomado, que el hijo de doña Vero se cayó y le quedó una terrible marca morada en la cara y se le cayeron dos dientes.

En el periódico apareció la foto de otro decapitado, también aparece la noticia del aumento en los precios de la canasta básica y para cerrar con broche de oro, se amenaza con un próximo gasolinazo.

Termina el desayuno y es momento de prepararse para la jornada laboral; Refugio es dueña de una cocina económica donde atiende a los trabajadores del rumbo y además vende comida por kilo para aquellas mujeres a las que no les alcanzó el tiempo para preparar los alimentos para sus familias.

Luego de ducharse, Refugio y Carlos comienzan a preparar los vegetales y la carne que prepararán el día de hoy; mientras ella se ocupa de las cuestiones que requieren la estufa y el horno, él se encarga de lavar, pelar y picar las verduras.

Así como Carlos ha aprendido poco a poco y con el apoyo incondicional de su esposa a llevar una vida productiva e independiente, en el Distrito Federal existen miles de personas con discapacidad visual que gracias los Centros de Atención Múltiple (CAM), donde ofrecen educación especializada de nivel preescolar, primaria y secundaria, además de impartir talleres de oficios, los preparan para la vida laboral y así enfrentar de una manera más independiente su día a día.

ed especialLa educación especial se orienta a mejorar las condiciones de funcionamiento, organización, equipamiento y accesibilidad de los planteles de educación inicial y básica y de los servicios de educación especial, así como la profesionalización de los asesores técnicos, del personal directivo y docente y la participación de las familias que tienen hijos con discapacidad y/o aptitudes sobresalientes, de manera informada y organizada, para generar mejores condiciones de inclusión en las escuelas y con ello identificar y atender a una mayor cantidad de alumnos que requieran de mayores apoyos. El programa se creó en el año 2002.

Para los que rebasan la edad de 16 años, edad límite para ingresar a los CAM, existe la opción de ingresar a la Escuela Nacional de Ciegos (ENC), donde además de poder concluir sus estudios básicos, reciben cursos de masoterapia así como talleres para enfrentar la vida diaria de una forma más autónoma, como por ejemplo, aprender a cocinar, a planchar, a coser, a barrer, etcétera.

De cada 100 personas de 15 años y más con discapacidad:

  • 36 no cursan ningún grado escolar.
  • 46 tienen educación básica (primaria y secundaria) incompleta.
  • 7 tienen educación básica completa.
  • 5 han cursado algún grado de educación media superior.
  • 4 cuentan con educación superior.

Miguel Canela egresó hace 10 años de la ENC, donde aún acude a vender los bastones para ciegos que él mismo fabrica, además de material didáctico para los alumnos; como ábacos, regletas, compases, juegos de geometría y balones de futbol; 15 son los años que ya tiene de mantener en pie a su pequeña empresa.

motivosCanela como sus amigos y conocidos lo llaman, forma parte del porcentaje de personas que perdió la vista a causa de un accidente.

Mientras identifica con el tacto las piezas para el bastón y lo arma hábilmente, cuenta que cursaba la carrera de Ingeniería industrial paralelamente a su trabajo como tornero, mismo donde a sus 18 años, le explotó una piedra de esmeril en la cara dejándolo completamente ciego.

Para él, la ceguera representó borrar todos los malos recuerdos de su vida y ahora se siente orgulloso con su presente y feliz de ser independiente.

Debajo de una boina gris y unos lentes oscuros, Canela orgullosamente dice que hace seis años formaba parte de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) y en diversas ocasiones fue a competir al extranjero en deportes como la jabalina y natación; actualmente juega futbol en un equipo de ciegos.

Un guerrero / Foto: Nao-mi Chew

Un guerrero / Foto: Nao-mi Chew

El cielo ya muestra el color anaranjado característico del atardecer y las cacerolas que hasta hace unas horas estaban llenas de comida, ahora lucen prácticamente vacías, se han marchado los últimos clientes y ella prepara todo para comenzar a asear su local.

Es lunes y a Carlos le toca ir a jugar futbol, así que no se quedará para ayudar con las labores de limpieza, en lugar de eso, regresa a su hogar y prepara su maleta: tenis, espinilleras, rodilleras y uniforme se encuentran listos para encarar una batalla más en la cancha.

Luego de llenar una botella con agua, emprende el camino hacia el terreno de juego en el Centro de Atención Integral a Personas con Discapacidad , que se encuentra ubicado en la Colonia Guerrero, calle Mina no. 142, donde desde hace 11 años existe una liga de futbol para ciegos, sin embargo también lo integran débiles visuales y normovisuales.

Las instalaciones del centro y en especial en la cancha, se encuentran bastante descuidadas, los jugadores mencionan que en repetidas ocasiones han enviado cartas de petición para mejorarlas pero no han obtenido solución alguna por parte de las autoridades delegacionales.

A punto de impactar a portería / Foto: Nao-mi Chew

A punto de impactar a portería / Foto: Nao-mi Chew

Italia, como se llama el equipo de Carlos y Canela es uno de los seis que integran la liga y se realizan tres torneos cortos al año donde la recompensa para el equipo ganador es levantar la tan ansiada copa.

Así, con éste objetivo en la mente es que los fuertes golpes en la cara y el cuerpo, los choques entre ellos y la resistencia bajo el rayo del sol, no tienen importancia cuando escuchan el balón explotar en la portería. Canela fabrica los balones sonoros de un tipo de polímero que es mucho más económico que los balones oficiales y con balines adentro para que el sonido los guíe a él.

Guiándose / Foto: Nao-mi Chew

Guiándose / Foto: Nao-mi Chew

Los jugadores salen de la cancha y buscan dónde sentarse e hidratarse, discuten acerca de los errores del equipo y planean presentar un reporte del árbitro por haberles anulado un gol, lo que ocasionó que el resultado esta vez no fuera favorable para Italia; mientras un hombre de baja estatura, piel morena y rostro empapado de sudor se acerca a ellos para saludarlos.

Su nombre es Pedro, un jugador del equipo contrario, originario de Toluca; él nació con una deficiencia visual por lo que posteriormente le practicaron diversas operaciones pero a los 16 años perdió la vista completamente a causa de una negligencia médica.

Pedro / Foto: Nao-mi Chew

Pedro / Foto: Nao-mi Chew

Actualmente Pedro está involucrado en actividades que logren sensibilizar a la sociedad acerca de éste tema, como son conferencias, obras de teatro y visitas a museos para impartir talleres; esto por parte del Centro de Atención Integral para la Discapacidad Visual (CADIVI) además de actividades de recreación como es Paseo a ciegas en Avenida Reforma. En un futuro pretende estudiar la carrera de Derecho pero por el momento se encuentra internado en la ENC desde hace 8 meses, estudia la primaria en las mañanas y por las tardes trabaja en la calle Venustiano Carranza, en el centro de la Ciudad como ayudante en un puesto ambulante.

Como Pedro, miles de personas con problemas visuales trabajan en empleos informales y mal pagados además; el sector que concentra la mayor proporción de personas ocupadas con discapacidad es la de servicios y comercio con el 48.5%, seguido por la industria con 24.5%, y la explotación forestal, agricultura, ganadería, pesca, extracción de minerales, etcétera con el 23.8%. Esto es el producto de la irrisoria relevancia que brinda el gobierno a éste sector, se coartan  las ambiciones con precarios planes de estudio, sin reformas que los amparen y velen por sus derechos como la no discriminación en el empleo, existen pero no se cumplen; no brindando los medios necesarios para su desarrollo intelectual y laboral, ignorando que necesitan más espacios a su servicio porque esto le corresponde al régimen  y mientras tanto como ciudadanía habría que valorar en qué estamos fallando y qué podríamos hacer mejor.

Es un trabajo en conjunto que comienza por el respeto, la solidaridad y la no exclusión, el peso que  las autoridades tienen sobre ésta situación es mayor de lo que parece; es un impacto cultural lo que provoca, las medidas que se tomen y cómo se les trate…

Quien limita las capacidades no es la persona misma, es el gobierno quien no es capaz de brindar un verdadero futuro, uno prometedor, uno como el que ellos sueñan tener todos los días al despertar.

Un sueño de luz / Foto: Nao-mi Chew

Un sueño de luz / Foto: Nao-mi Chew

Así, Carlos concluye un día más; con la noche fresca y el cielo como el vino tinto, se mete en la cama después de ducharse esperando a Refugio para con un sutil beso agradecer que un día más haya sido su cómplice, que le haya contado cómo se veía el día y cómo es que salió el sol, mientras él imaginaba cuan bella era, el color de su labial y la profundidad de su mirada. Refugio elabora una lista con las cosas que comprarán al día siguiente en la central de abastos para los guisados de la semana, ha concluido y ella observa las noticias, mientras acaricia el cabello de Carlos, de ésta forma su cuerpo y sueños se adormecen, preparándose para volver a escuchar rugir el monstruo de asfalto.

La fuerza de Carlos / Foto: Nao-mi Chew

La fuerza de Carlos / Foto: Nao-mi Chew

Reportaje realizado por: Nao-mi Chew y Omar Téllez
Fotografías: Nao-mi Chew

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